Crónica
Los
tres hermanos; son chiquitos Karolina, César y Edgar, están en la sala mientras
la negra sabrosura de su madre contagia a sus hijos del ritmo reggae del Go Pato, de Pato Banton. En la canción muchos
niños corean el go pato; y los
hermanos bailan moviendo sus pequeños cuerpos y África está en la casa.
Karolina
tiene 26 años posee una voz dulce, firme y ronca. Habla como una madre es
directa y dispersa al mismo tiempo. Solo cuando la tienes en frente se nota su
pequeña estatura, bien delgadita ella, en ese momento estoy segura que el que
la conoce se pregunta cómo es posible que tremenda voz salga de esa mujer; y la
respuesta está en la convicción que tiene, como base todo lo que habla.
Me
habla moviendo sus brazos como si lanzara cuchillos en un espectáculo circense,
su labia es la mejor forma de defenderse. Una mujer que vive en el distrito de
Comas y le falta calle, tiene las de perder. Seguramente es por eso que me dio
una llamada, para saber si estaba cerca y si venía acompañada, la cantante de
1.56 cm de estatura se ofreció a acompañarme. No necesité de mucha ayuda porque
mientras buscaba la calle y el número me encontré con César, el hermano que le
sigue a Karolina y quien también hace
rap, más conocido por sus seres queridos
y dentro de la música como Sesé, quien me explicó con señas el camino hasta su casa.
Ella
conoce su selva, porque tiene su tribu “mi tribu, es mi familia. Así les digo
cuando estamos juntos en reuniones. Son mi tribu”. Vive en el segundo piso de
un pequeño edificio con fachada descuidada, en la puerta hay desmonte y algunas
bolsas de basura que esperan ser recogidas. Al frente hay un colegio especial y
los parques que están cerca carecen de áreas verdes. La gente está jugando
fulbito en las losas deportivas y afuera de las casas se ven combis vacías que
reposan en el último paradero. Es un domingo calmado.
Son
las 4 de la tarde, y Karolina abre la puerta automática y me grita que suba al
segundo piso. En su casa, ha prendido un incienso y todo huele a flores, es
agradable el olor, pero no sé de qué forma decirle que lo apague porque soy alérgica.
Está sentada y espera a que me acerque a
saludarla, mientras juega con un gran televisor pantalla plana con servicio de
cable e internet −“Es el nuevo juguete de mi viejo” −me comenta. Mientras busca
música en youtube desde el nuevo juguete de su papá, se saca los zapatos entrelaza
sus piernas y me dice “estás en tu casa, si quieres tu también sácatelos”.
Le
comento que la persona que me acompañó está afuera. “No, pero hazlo entrar
¿Está cerca de una tienda?” - le afirmo. Dile por favor que me compre un yogurt
de vaso, el que viene con bolitas de chocolate. Yo aquí le doy”
Estamos
sentadas en la sala, su casa es tranquila de verdad que, aparte del olor a
incienso, se respira amor en esa casa. De la cocina sale el menor de los
hermanos, muy parecido a César, Karolina me presenta al tímido Edgar. Ella los
adora, se siente la mayor de ambos, a pesar de que con Sesé sólo hay diferencia
de meses. César tiene 24, en setiembre cumple 25. “Hemos descubierto todo a la
par… yo soy re renegona y súper exigente con él, César es mucho más noble y
dócil, es mi partner, juntos hemos
descubierto todo, sobre todo la música”.
Edgar, por ser el menor, fue víctima de las bromas
de los mayores. “Edgar cuando era chiquito le tenía miedo a una muñeca que yo
tenía, así como esas Alicias, y era horrible pues. Esa muñeca yo la había hecho
una basura, tenía la mitad de cuerpo, alucina. Entonces, una vez estábamos
cerca del ropero, pusimos la muñeca dentro,
con César. Es que Edgar nos fastidiaba mucho, estábamos viendo tele y él se
ponía al frente y no nos dejaba ver- Karolina se ríe con esos dientes
derechitos, enmarcados por sus labios gruesos y bonitos-. Para mi mamá era su
hijito, manyas, entonces nadie le podía hacer nada… Hasta ahora le decimos
“mamá,él es tu engreído”. Metimos la muñeca dentro y le dijimos “Edgar, por
favor, saca esa cosa que está en el ropero”. Él tenía 5 años. Abrió y plaj le cayó la muñeca en la cara,
pobrecito”
Karolina
tuvo una linda infancia, y ahora que es mujer, recuerda su niñez con amor. Su
primaria la llevó en un colegio mixto de Comas, donde había un máximo de 9
alumnos por salón. Su mejor amiga vive cerca de su casa, está casada y tiene un
hijo. Para la cantante que corea pregones negros, convertirse en madre está por
ahora lejos de sus planes. “Yo tengo 26 y no tengo ni siquiera planes de tener
un hijo, tengo muchas ganas de seguir
con mi carrera, con mi música. Pero si quiero ser madre y mis hijos van a
estudiar música, aunque nunca se sabe…que hagan lo que quieran, pero que sean
felices”
La
mamá de la cantante se casó a los 22 años y tuvo a Karolina a los 23. Era
estudiante de educación y ama de casa con dos hijos, al mismo tiempo. Aún así
terminó su carrera, es por eso que apoya a su hija en la decisión de postergar
los planes de formar una familia. “A mi mamá le gusta eso, (la idea de esperar
para los hijos) es un doble esfuerzo, no está mal; por qué no evitarte ese
doble sacrificio. Tengo que tener las armas para no depender de nadie (se
refiere a sus estudios universitarios) que esa es la idea”.
Su
madre es una negra joven, exuberante y conservada; sus fotos adornan toda la casa
como si fueran cuadros colgados en una iglesia.
La señora Navarro es Barranquina y su esposo, el señor Carbajal, un
negro neto de la Victoria. Sin embargo, desde que se casaron se mandaron a vivir a
Comas, querían un lugar apartado de la ciudad y el caos.
Siempre
ha visto trabajar juntos a sus padres, son una pareja que se apoya y que
siempre han fomentado el arte, los valores, el esfuerzo y los estudios en sus
hijos. El señor Carbajal, trabaja hace 30 años en una empresa, es tan
responsable que evita faltar así esté enfermo. “Yo le digo, papá quédate. Acaso
te van a botar, ¿qué, sin ti la empresa no funciona?” - Karolina ríe. Su padre,
quien le lleva casi diez años a su esposa, siempre inculcó en su primogénita el
valor de compartir. Ella no se acuerda de esta escena, pero así se lo contó su
mamá: “dice que cuando yo era chiquita como era la única mujer, yo era solita.
Mi mamá estaba embarazada de César. Mi papá me traía esas manzanas grandotas y
mi mamá me la daba toda y mi papá le decía que no, no se la des toda, dámela. Y
la partía por la mitad y me daba la mitad... Ella tiene que aprender a
compartir. Va a tener su hermanito, mañana, más tarde, va a compartir”.
La
sangre de la rapera es una mixtura de la del cholo, la del negro y la sangre de
los ancestros chilenos de sus abuelos. Sin embargo, su conexión con África es
lo que da cuerpo y hace más densa a su
sangre: “Yo en realidad hablo sobre la comunidad afro porque es lo que me toca,
es lo que soy. Y de hecho que me pongo en el pellejo de otros jóvenes afro que
desconocen de dónde vienen, de dónde proceden; y lo bonito y lo orgulloso que
debemos de estar de ser afro”.
Karolinativa
es su nombre artístico, así la googlean y así encuentran su música en youtube y
myspace. Realmente hace honor a lo nativo de su tipo, su pelo asemeja una selva
de helechos prietos que combinan con el color tierra fértil que da vida a sus
pómulos angulares. Sus rizos azabaches y brillantes caen sobre su cara, tapando
sus lentes, mientras me dice: “Si yo fácil a los 15 o 14 años,cuando las niñas
y chicas estamos con toda la locura de querer seguir estereotipos europeos, de
estar laceas y de ser flaquísimas. Pucha, me hubiera llegado alguna música más
consecuente y que me haya ayudado, hubiera sido de repente otra la historia no?
La idea es si no llegas a muchos,
entonces empezar a pegarla; si no
están los espacios, empezar a crearlos; si no hay financiamiento, entonces autogestionarse…
si no accionan, accionar”
Llega
la persona que me acompañó y trae consigo el pedido de la cantante: yogurt con
bolitas de chocolate. Ella no siempre fue una mujer de huesos y fibra, de niña
era gordita luego la adolescencia llegó y se llevó la grasa. Se considera poco
enfermiza, pero me cuenta que sufre de alergias, era la oportunidad perfecta para
decirle que yo también y podíamos apagar el incienso. Karolina sigue hablando y
mientras abre la cajita de bolitas de chocolate y las va echando al yorgurt,
confiesa que es alérgica al chocolate. Nuevamente ríe.
Esa
sonrisa es la protagonista de su última canción: Tú me das amor, está dedicada a la gente que quiere; y
definitivamente le dedica sus ganas de reír a un hombre en especial. Así se siente
Karolina Carbajal Navarro hoy. Que nada nos reprima el amor es lo que prima,
dice la letra y eso proyecta.
Al
terminar el encuentro, sólo me queda una duda. Por qué hace Rap si su vida es
linda. No es una traición a la rebeldía característica del rap, no todo el
cambio surge de grupos oprimidos. El cambio puede nacer a partir de personas
que están descontentas con el manejo social y los mensajes que consumimos.
Revelarse no es salir a las calles a destruir, revelarse es hacer un cambio
construyendo. En sus palabras:
“La
idea es apoyar, activar estar ahí. Crear cambio”. Ella no siente que le esté sacando la vuelta
al origen urbe del rap. Y mi dice: “Yo no te puedo hablar de calle, cuando yo
no vivo en la calle, yo no te puedo hablar de que maté a alguien, si yo no lo
maté. Cada quién tienen su propia temática y yo respeto los puntos de vista de
cada uno. Alguna vez escuché un comentario, y mi mamá me dijo que no me haga
roche, hay público para cada persona y yo no soy billete de cien dólares, a los
que les gusta, chévere; si no, bacán”.
A
Karolina le afecta mucho la injusticia y sobre todo la discriminación porque la
ha vivido. Considera que es algo con lo que todos tenemos que luchar, mucho más
allá del escepticismo de la gente que cree que no se puede cambiar nada
haciendo un tema. Si una persona logra cambiar alguna actitud, entonces ya hay
un cambio. “De repente mis hijos van a vivir en un mundo mejor”.
“Lo
rebelde no está en la Revolución, es una idea que la gente tiene. Cree que
Revolución está unida al terrorismo. Yo hago revolución todos los días yéndome
a la universidad a estudiar, viviendo en Comas y yéndome hasta la Victoria y
tomando no sé cuántos carros para llegar. Eso es hacer revolución. Estás
haciendo un cambio no solamente para ti,
si no para la sociedad. Ése es un tipo de revolución”. Así lo dijo Karolina
Carbajal Navarro claro y contundente, como cuando iniciamos la
conversación. El incienso ya se
consumió, me despidió con un fuerte abrazo y se quedó sentada, manipulando el
nuevo juguete de su papá.
Agradecimientos:Karolina
Carbajal Navarro, quien está preparando su segundo disco y a las marcas que la
apoyan como staila, amapolay, casa under, onerbrand y Royal Africans. A Piero
Miovich Bedregal por ser el primero en leerlo y por proponer correcciones.
Gracias Negra,
ResponderEliminaress bueno conocer a quienes tienen voz y la usan para gritar, cantar, hablar,
a quienes tienen algo que decir y lo dicen.